Drones para el cuidado ambiental

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El posgrado en ingeniería ambiental del Instituto Tecnológico de Boca del Río (Itboca) —que pertenece al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)— tiene por propósito ser agente de cambio en su entidad, al solucionar problemas ambientales que afectan el entorno. Bajo esta premisa, investigadores trabajan en el monitoreo de playas a través de drones y el escaneo de imágenes mediante un software especializado, para conocer la cantidad de plásticos desechados.

Se trata de un proyecto en colaboración con el Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología (Microna) de la Universidad Veracruzana y el Instituto Tecnológico de Boca del Río. Por medio del uso de drones, podrán cuantificar y clasificar la basura depositada en estas zonas, evitando el riesgo a la salud del monitoreo manual, además de optimizar tiempos. Otro de los proyectos contempla la medición de dióxido de carbono (CO2) en playas del estado, a través de estos dispositivos.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Fabiola Lango Reynoso, especialista en oceanología biológica y responsable de la maestría en ingeniería ambiental del Itboca, expresó que en la región no existe un uso adecuado de la basura, por lo que el sistema de monitoreo propuesto es una excelente opción para clasificarla.

La maestría en ingeniería ambiental es un programa de estudios adscrito al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), en donde participan 60 alumnos beneficiados con becas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y 10 docentes, tres de ellos integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

El problema con los desechos

La zona contemplada para el monitoreo mediante drones y manejo de residuos sólidos corresponde a las playas de Veracruz, Boca del Río y Antón Lizardo.

Los drones son equipos de operación remota que, de acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en territorio nacional pueden volar a una altura máxima de 122 metros y en una línea visual no mayor a 457 del operador.

Su dinámica de uso facilita  la exploración y análisis de grandes extensiones, que va desde espacios terrestres hasta marítimos.

“La caracterización de los desechos la hacemos de dos modos: una mediante el proceso típico en donde se traza un cuadrante en la playa, en donde se seleccionan residuos y se colocan en una bolsa de polietileno, para posteriormente llevarlos al laboratorio para hacer un conteo y pesaje de ellos”, precisó Alexis López Hernández, alumno encargado del proyecto.

Alexis López, responsable del proyecto “Identificación de residuos de PET en las playas de mayor afluencia en Veracruz”, es alumno de la maestría en ingeniería ambiental y becario Conacyt. Mencionó que la dinámica que propone acelera el proceso de identificación de residuos, además de disminuir las horas de trabajo de las personas que se dedican a ello y aminorar los peligros a los que se exponen.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), 90 por ciento de la basura que flota en el mar es material plástico de diversos tipos. Por otro lado, México es líder mundial en reciclaje de PET (politereftalato de etileno), al recuperar 60.3 por ciento de los envases que se consumen, motivo por el cual posee la planta de reciclado de PET más grande del mundo.

Innovación para el entorno

El proyecto para la identificación de residuos en las playas veracruzanas a través de drones está en manos del ingeniero Alexis López Hernández, en colaboración con el ingeniero Alan Córdoba Hernández, bajo la dirección de los doctores María del Refugio Castañeda Chávez y Agustín Herrera Mayor, y la asesoría de la doctora Fabiola Lango Reynoso.

La doctora Fabiola Lango, responsable del posgrado en ingeniería ambiental del Itboca, indicó que el proyecto surgió por la preocupación en cuanto al manejo de residuos sólidos de las playas en el estado de Veracruz, pues se trata de una actividad que comúnmente es peligrosa y demorada. La dinámica de identificación de residuos mediante drones permitirá el reciclaje y uso alterno de la basura. Mencionó que ejemplo de ello es el traslado de las algas marinas al basurero, que llegan a alcanzar hasta 160 toneladas, lo cual provoca malos olores. De ser identificadas anteriormente y calcular su peso, podrían ser utilizadas como composta.

De esta forma, el proceso propuesto por los investigadores para el tratamiento de los desechos podría favorecer otros municipios, incluso a la industria hotelera, para saber cómo tratar su basura.

Agregó que la maestría en ingeniería ambiental tiene el propósito de solucionar problemas ambientales que aquejan el entorno, con base en el conocimiento científico y en vinculación con la parte tecnológica.

Después de capturar las imágenes mediante el dron, son procesadas por un analizador que identifica y cuantifica los residuos de PET. Se trata del software Matlab, en el cual los investigadores desarrollaron algoritmos que permiten identificar desechos de PET y próximamente de poliestireno expandido (EPS o unicel).

“Primero realizamos un estudio de los tipos de PET más utilizados en la zona, para crear los algoritmos requeridos de identificación de cada producto e ingresarlos en el software. Posteriormente, el software identifica y cuantifica los residuos de las fotografías capturadas por el dron”, puntualizó Alexis López.

El analizador puede identificar las variedades del PET, desde la botella completa o cortada, la tapa y las variedades en color. Otro de los puntos que puede identificar el software es el peso aproximado de los desechos.

Fuente: Conacyt